lunes, 29 de agosto de 2011

”Aprendí a ser un animal nocturno, a reir cuando quería llorar, a salir de casa sin pensar en volver o no volver.
Sin querer me hice de piedra, sin saber, empecé a morir, maté a mi alma de hambre.
Si pudiera parar el tiempo, sabotear el silencio, mandar en mí…
Yo no quiero querer y ser presa otra vez, pender de un hilo, pender de unas manos resbaladizas, no, eso ya no…
Caer, volver a caer, y levantarme en silencio como ayer, sin lágrimas…ya no hay lágrimas…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario